La investigación en cáncer permite no solo encontrar nuevos tratamientos, sino también tener un mayor conocimiento de la enfermedad. De esta manera, en los últimos años, muchas investigaciones se han centrado también en encontrar las causas relacionadas con la aparición de tumores, con el objetivo de prevenirlos. Así se sabe que, aunque hay tumores con un factor genético, en muchos otros influyen nuestros hábitos de vida. Entre ellos, nuestra alimentación.
Sin embargo, la relación entre alimentación y cáncer sigue teniendo muchos claroscuros. No toda la información que escuchamos o encontramos en internet tiene una verdadera evidencia científica. Así, este es uno de los mayores nichos de bulos en salud. Algo que parece baladí, pero que puede resultar muy dañino porque, muchas veces, estas informaciones alertan innecesariamente, o nos hacen caer en prácticas poco saludables.
Desde la AECC recordamos algunos de los falsos mitos sobre cáncer y alimentación más difundidos.
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